
La tila es de fama mundial desde épocas remotas y lo seguirá siendo como un tranquilizante natural por sus sustancias benéficas con propiedad hipnótica y sustancias como los flavonoides, los aceites esenciales de geraniol, de eucalipto, polisacáridos heterogéneos, mucílagos, los ácidos caféicos, los ácidos fenólicos, el ácido clorogénico, el ácido p-cumárico, y los taninos, que actúan como sedantes. De este modo la tila, es un depresor del sistema nervioso central y además en especial el mucílago de tila actúa como un antitusivo calmando la tos, en combinación con el aceite esencial de tila aumentan sus propiedades antitusivas y antiespasmódicas, porque actúa sobre la mucosa respiratoria impidiendo el reflejo que provoca la tos gracias al efecto demulcente del mucílago, a los flavonoides y al efecto antiespasmódico que proporciona el aceite esencial, ya que efectúa una relajación del músculo liso bronquial.
Pero también actúa favoreciendo la diuresis, es decir que la tila es un diurético. Del árbol de tila se puede aprovechar toda su estructura de forma completa porque por ejemplo de la corteza se pueden hacer decocciones para extraer sus principios activos, con sus flores se hacen las infusiones y baños relajantes, con las hojas se hacen las cataplasmas y emplastos, la madera de tila es usada para carbón y el fruto se usa como rapé, un tipo de tabaco sin humo que no es muy conocido en el mundo occidental y que se consume por vía nasal. No obstante, la tila puede encontrarse en combinación con otras hierbas como el azahar, la pasiflora y la melisa y es fácilmente adquirible en casi todos los supermercados y en las herboristerías.
0 comentarios:
Publicar un comentario